El Gourmet Urbano: Tres generosas recetas para hacer con vinos generosos

viernes, 19 de septiembre de 2014

Tres generosas recetas para hacer con vinos generosos

A la hora de renovar los sabores, los ingredientes más curiosos son la clave. En esta nota, te recomiendo tres vinos generosos para darle un toque gourmet a tus comidas.

 

A los que nos gusta cocinar nos seducen los ingredientes que logran darle distinción a un plato. Y así como están los Garam Masala o el cardamomo, también los vinos raros sirven para ello. Con el agregado, hay que decir, que incluso suelen ser menos frecuentes en la cocina que ciertas especias o hierbas exóticas.

papasaljerez

 

Así, a la hora de ponerle un toque a unos langostinos o saborizar unas papas, un oporto, jerez o un simple vino blanco son ingredientes superiores. El truco está en la calidad del vino y en la cantidad usada.

En mis últimas incursiones culinarias –insisto, no cocino nada que demande más de 40 minutos como expliqué aquí- probé algunos usos novedosos para mi de estos vinos. Así que ya sabes, si tienes que hacer un plato rico y que no lo hagan en casas de conocidos, agéndate alguna de estas tres recetas y después pásale el trapo a tus invitados.

 

Pinchos de langostinos y cous cous con vino tipo Jerez


Ahora que vienen los días más cálidos, los langostinos son una opción perfecta para hacer un sábado o domingo al mediodía, cuando tengas ganas de darte un gusto. Esta receta la hizo Pablo Massey para Bodegas Crotta y la puedes ver completa en este video. Sin embargo, a mi me gustó más una variante apenas más sencilla. Cocina el cous cous en agua hirviendo –con el fuego apagado- donde pusiste un chorro de oliva, y lo dejas reposar; 5 minutos más tarde, le agregas un dado de manteca y mezclas para que no se apelmace. Entre tanto, corta un trozo de morrón rojo y otro verde y media cebolla morada o de verdeo, todo en brunoise, y se lo agregas al cous cous cuando esté frío. En una sartén con oliva, pones los langostinos crudos –acuérdate de sacarles el filamento negro del lomo-, sal a gusto y los cocinas apenas un minuto, minuto y medio para que no se sequen. Justo antes de sacarlos, agrega un chorro de Jerez o bien un blanco fresco y lo dejas medio minuto más. Ya están. Sírvelos montados sobre el cous cous.

 

Cebollas y ajos caramelizados con oporto y oliva


Cuando recibes gente a comer en casa y quieres lucir tu mesa, estos dos dips sencillos sirven para darle relieve a cualquier entrante, sea con una picada o a una rica y simple burrata. Partís poniendo debajo de la hornalla –para eso hay que sacarla- una hoja papel aluminio, así las cenizas o el jugo de las cebollas no te mancha el horno. Luego pones dos cebollas sobre el fuego, junto con una cabeza de ajo. Este último estará listo cuando se halla quemado completamente el disco de abajo, mientras que las cebollas estarán cuando al pincharlas el tenedor se hunda fácilmente. Esperas a que se enfríen y luego pelas todo. Del ajo, descartas el costado quemado de cada diente -veras que se desprende fácil-, de las cebollas la piel completa y el corazón lo cortas en cuatro. Luego los pon en bowls separados con sal entrefina a gusto; al ajo nada más le pones oliva, mientras que a las cebollas un buen chorro oporto –de los adicionales, por ejemplo el de Crotta- y uno idéntico de oliva. Si le llegara a faltar acidez, súmale un chorrito de vinagre de manzana o de vino. Los servís así y verás que a tus invitados les encanta.

 

la guarnición ideal, papas al jerez


Cuando haces una colita de cuadril al horno, por ejemplo, la guarnición típica son unas papas cocidas ídem. La próxima esmérate y prueba esta receta simple para las papas -me inspiré en esta versión- en donde el Jerez le da un fino aroma y la dosis justa de frescura para sumarle nervio. Corta 2 o 3 papas en láminas y móntalas sobre una asadera formando capas. Luego, las rocías con un cuarto de taza de jerez seco –aquí podrás probar el de López- y al cabo las cubrís con un cuarto de taza de manteca derretida previamente en el microondas si te da pereza hacerlo en la hornalla. Mételas al horno junto con la carne y estarán listas para cuando la colita de cuadril esté bien jugosa. Sírvelas como guarnición, idealmente montada en láminas si no se desarman al sacarlas, y rocíales unas hojitas de tomillo para un plus gourmet.

Fuente: Planeta Joy

 

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