El Gourmet Urbano: Tirar los espaguetis a la pared y otros trucos básicos para aprender a cocinar

miércoles, 7 de octubre de 2015

Tirar los espaguetis a la pared y otros trucos básicos para aprender a cocinar

La diferencia entre preparar comida y cocinarla reside en la práctica y el talento que se va adquiriendo en el ejercicio culinario

«Nadie nace siendo un gran chef, todos aprendemos a base de hacer».Julia Child, la chef responsable de implementar la cocina francesa en el complicado mercado estadounidense, lo tenía claro: las habilidades del chef son adquiridas, y no innatas; pero, como sucede siempre, requieren trabajo. Con el boom de los programas de cocina en la televisión y el éxito de fórmulas como los «potlucks» -reuniones en las que cada uno de los asistentes trae un plato de su propia elaboración- la necesidad de aprender, de manera casera, el oficio de chef, está más a la orden del día que nunca.


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¿Qué trucos básicos hay que tener en cuenta antes de ponernos delantes de los fogones para un resultado estrella? Para completar con éxito la «Operación Chef», existen ciertos trucos atemporales que pueden transformar nuestras recetas en verdaderos platos de éxito y, aunque un buen mago nunca revela sus trucos, los chefs sí y, con la colaboración de Kaiku Sin Lactosa, hemos recopilado los cinco más fáciles y efectivos que debemos tener en cuenta si nuestro objetivo es participar, con éxito, en las comidas familiares y de amigos. ¡Descúbrelos!

1. Echar mano de creatividad. Todo el mundo puede hervir un plato de pasta, pero incluso una receta tan simple – lo han demostrado los italianos – puede convertirse en toda una delicia gourmet con unos toques de creatividad: por ejemplo, cocinando durante un breve rato la pasta en la propia sartén en la que se haya preparado la salsa, para que todos los ingredientes estén bien integrados y se realice una verdadera sinergia de sabores. Ingredientes como el queso pueden resultar de extrema utilidad para dar un toque especial a los platos: mayor cremosidad en purés; una mayor homogeneidad en salsas, etc.

2. Utilizar ingredientes para todos. En una cena de diez personas, existen todas las papeletas de que a alguien no le guste la comida muy especiada, no apruebe los sabores y combinaciones arriesgadas, o simplemente tenga digestiones difíciles. Son probabilidades frecuentes y no reñidas con hacer grandes recetas: simplemente hay que asegurarse de que todos los comensales podrán disfrutar el plato cocinando con lácteos sin lactosa que aseguren digestiones ligeras, productos frescos, cuidando la cantidad de especias para que den sabor sin atosigar al paladar, y evitando frucos secos o averiguando si alguno de los invitados padece alguna alergia y, si es así, buscar un sustituto.

3. Arreglar errores inoportunos. Un chef con poca experiencia puede quemar el arroz y tirarlo inmediatamente a la basura: pero un verdadero cocinero conoce trucos para arreglar desastres culinarios y utilizarlos a su favor. Por ejemplo, poniendo pan blanco sobre el arroz quemado para absorber el sabor «carbonizado»; remediar excesos de sal añadiendo una patata mientras el plato se elabora; o retirar la abundancia de grasa con un simple cubito de hielo.

4. Aprender el punto exacto de los ingredientes. Salvo que se quiera añadir un «tartare» o un «al dente» a la descripción de las recetas elaboradas en casa, se debe recurrir a viejos «trucos de la abuela» para conocer el estado de los ingredientes. Más allá de lanzar un spaghetti a la pared y ver si se pega también se puede comprobar si el aceite de la sartén está suficientemente caliente poniendo una cuchara de madera y viendo si se forman burbujas alrededor o pinchar un bizcocho con un palillo y ver si sale limpio para ver si está hecho.

5. Mantener la limpieza. El esfuerzo de cocinar va más allá de la pura cocción de ingredientes: la manera de prepararlos es igual de importante. En ese sentido, mantener la limpieza es un elemento clave en el proceso de cocinar: si los alimentos que estamos utilizando pueden dejar en nuestras manos un olor fuerte susceptible de trasladarse a otros alimentos (por ejemplo, al cortar una manzana después de una cebolla), existen sencillos remedios inusuales pero infalibles como apretar las manos contra instrumentos de cocina de acero inoxidable o contra semillas de café.


Fuente: ABC Viajar

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