El vino tinto se consume a distinta temperatura que el blanco. ¿Sabes cuál es la perfecta para cada uno?
Los que saben de vinos, tienen claro que su temperatura ideal de consumo va variando según su tipo. Pero no todos los que aman tomarse una copa son expertos y por eso les ayudaremos a aclarar ciertos puntos para que lo disfruten más aún.
(cc) PixabayHay muchos factores que pueden influir en la calidad del vino, pero en esta ocasión, vamos a hablar de la temperatura. ¿A cuántos grados tiene que estar el tinto o el blanco cuando lo vamos a tomar?
Como bien se detalla en el libro "Chile, Tierra de Vinos", la temperatura es importante porque es decisiva en los sentidos olfativos y gustativos, y aunque no logra cambiar la composición del vino, sí altera el sabor.
Vinos tintos
Es clave que al momento de servirlos, este tipo de vinos tengan una temperatura que varíe entre l4° y 18°, ya que de esta manera, los taninos —sustancias que entregan complejidad al vino— se potenciarán y entregarán la esencia frutal.
A mayor temperatura, el tinto tendrá más sabor a alcohol y esto mermará las notas frutales. Eso también influye en la sensación en el paladar, se siente más pesado.
Si vamos a casos concretos, las versiones más ligeras de los tintos, como Pinot Noir deben estar a 14°. Las de cuerpo medio como el Merlot o Cabernet Sauvignon es ideal que se consuman a 16° y los de gran cuerpo, como los Gran Reserva Merlot, preferentemente a 18°.
Vinos blancos
En el caso de los vinos blancos, los espumantes y roses, la temperatura debe ser mucho más baja que la del vino tinto en cualquiera de sus versiones.
Idealmente, hay que servirlo desde 6° a 8° de temperatura: más frío no es conveniente porque se "dormiría" el sabor y el aroma.
Los expertos recomiendan que sea llevado directamente desde la cava antes de servirlo, pero por lo general, es más fácil almacenarlos en un refrigerador convencional. De ser así, hay que considerar que su sabor pueda variar.
Fuente: Sabrosia
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