El Gourmet Urbano: A los #vinos ¡Dales el sí! Guia para comprar y servir #vino en una boda

miércoles, 2 de agosto de 2017

A los #vinos ¡Dales el sí! Guia para comprar y servir #vino en una boda

Invitaciones, banquete, ajuar, salón... si estás en el proceso de planear la boda de tus sueños, no dejes el vino al último.

Según explica Mauricio Jiménez, sommelier, uno de los errores más comunes de los novios es acudir a las pruebas de menú sin haber previsto algunas opciones de maridaje.

Calcula bien el vino que emplearás en tu gran día. Foto: Luisa Cabello

Antes de hacer la cita para degustar la propuesta culinaria de tu banquetero, solicítale a los expertos un par de recomendaciones, tanto de tintos como de blancos que, en teoría, se perfilen bien para acompañar el que será tu plato fuerte.

"Para la comida suelen elegirse perfiles un poquito más robustos o corpulentos; en la cena se sirven vinos más delicados", sugiere.

La segunda recomendación del sommelier es no dejar que tu gusto personal sesgue la selección. Tienes que pensar en tus convidados y procurar etiquetas que satisfagan a un amplio rango de gustos.

"Escoge esos varietales que le son familiares a la gente, como Chardonnay en los blancos y cepas tintas clásicas, como Merlot, Malbec, Shiraz...", agrega Mauricio.

El tercer gran factor en la ecuación es el presupuesto. De acuerdo con Jiménez, para asegurar la calidad y servir algo bueno, bonito y barato, lo idóneo es considerar tintos entre 200 y 300 pesos y blancos entre 100 y 200.

"Los padrinos de bebida casi siempre piden un vino que esté bueno, pero que no los haga tirar la casa por la ventana. En ese rango, olvídate de los baratitos por debajo de 100 pesos, economizar a ese grado no vale la pena. Y, si pones vinos de más de 500 pesos, quién sabe si tu inversión será apreciada en conjunto".

No te compliques

Por lo general, la elección del vino se hace para armonizar sobre todo con el plato fuerte. Maridar con diferentes etiquetas todo el menú puede resultar en más inconvenientes que buena impresión.

"Lo ideal es tener una opción blanca y otra tinta. Si hay un vino para cada tiempo o demasiadas etiquetas, tienes que capacitar al personal de servicio y eso puede ser un desbarajuste. El esfuerzo podría no resultar, porque no te dio tiempo de prepararlos o porque no sirven los vinos cuando corresponde", comenta el sommelier.

La pregunta del millón: ¿cuánto vino comprar para no verte codo ni acabar en la bancarrota?


De acuerdo con el experto, hay que contemplar entre dos y tres copas de vino por persona. De cada botella salen seis copas bien servidas. Lo que significaría que por cada 100 invitados se contabilizan 50 botellas.

"Por lo general, entre 60 y 70 por ciento es tinto y el resto es blanco. Este escenario cambiaría si tu plato fuerte es más de blancos, algo como langosta o pescado, entonces los porcentajes se invierten", puntualiza.

En este punto, la locación también es importante. Si la ceremonia es en la playa o en un ambiente muy caluroso, los tintos serán menos socorridos y habrá que buscar alternativas ligeras, poco tánicas y sin barrica.

¡Salud por los novios!


El espumoso para el brindis, es harina de otro costal. Es correcto calcular una copa por persona e, igualmente, de una botella salen seis flautas bien servidas. Para su elección, es recomendable saber en qué momento del festejo se alzarán las copas por los novios.

Al inicio del evento, para el aperitivo, lo ideal será un espumoso brut. Al final de la cena, es mejor un demi sec que tenga características para acompañar el postre, sugiere Jiménez.

"Poner un espumoso barato y chafa puede arruinar un momento valioso. Hoy día, creo que las categorías que mejor funcionan en cuestión costo-beneficio son cava y prosecco.

"Si quieren un espumoso de calidad que los haga quedar bien, con un prosecco van a ahorrarse el 50 por ciento de lo que gastarían en una champaña".

Teresa Rodríguez

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