Hay días que no lo tienes previsto pero de repente te viene gente a casa... Y tiras de despensa, sacas un poco de fuet, queso, una botella de vino... Todo arreglado. Hasta que te acuerdas que viene ese amigo que solo bebe cerveza.
Horror, terror y pavor, las tienes en la despensa!! Ahí, calentorras.
Horror, terror y pavor, las tienes en la despensa!! Ahí, calentorras.
Pues esto es lo que tienes que hacer para que se enfríen en tan solo 5 minutos:
OPCIÓN A
Envuelve el botellín o la lata en papel de cocina y mójalo con agua con sal, bastante sal. Mételo 5 minutos en el congelador y listo!!
OPCiÓN B
Si no tienes congelador, envuelve la botella en un paño de cocina y mételo en un barreño con agua con un buen puñado de sal (si tienes sal gorda, mejor). Quizá en vez de 5 minutos tarda 7 u 8, pero podrás comprobar que se enfría rápidamente.
¿Por qué ocurre esto?
La sal que hemos añadido se disuelve en ese agua y forma una disolución saturada, es decir, el agua ha admitido toda la sal que es capaz de disolver.
En ese momento la disolución tiende a diluirse (a aumentar la cantidad de agua) y el hielo a enfriarse. Para conseguir agua el sistema funde hielo y para ello necesita calor, que extrae de la misma disolución de sal que quiere diluir, que llega a alcanzar los -9 ºC.
Vale, esto es un lío, pero lo importante es que el truco funciona y podrás ofrecer cerveza o cualquier bebida fría en minutos.
Pablo de Torres - Chef40
Fuente: Los40.com
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