Si por algo se diferencia Galicia con respecto a otras zonas vinícolas es por sus uvas autóctonas: variedades diferenciales, únicas, genuinas...
Si por algo se diferencia Galicia con respecto a otras zonas vinícolas es por sus uvas autóctonas: variedades diferenciales, únicas, genuinas, que claramente la hacen diferente. La homogeneización también ha llegado al mundo del vino: Chardonnay, Sauvignon Blanc o Riesling, entre otras, están cultivadas en todos los hemisferios, países como EEUU, Sudáfrica, Australia o Argentina comparten variedades. Aunque algunas pueden aclimatarse y mostrar matices , generalmente nos ofrecen vinos lineales, sin espíritu, faltos de carácter.
Carácter es uno de los puntos fuertes que nosotros podemos ofrecer en los mercados internacionales, vinos singulares, auténticos, con alma, una de las piedras angulares sobre la que tenemos que apoyarnos para proyectar nuestros vinos con raza en mercados necesitados de emociones, de descubrir pasión, terruño, originalidad, aunadas estas características a la calidad en las elaboraciones, presentaciones conformes al tiempo que nos ha tocado vivir, precios competitivos acorde a las características orográficas y el rendimiento de la vid en las variedades autóctonas.
El albariño es tal vez la variedad más reconocida internacionalmente en blancos que compite de tú a tú con otros bancos mundiales como el Riesling, Chenin Blanc e incluso Chardonnay, en tintos la más reconocida mundialmente es la variedad mencía, no obstante la godello y treixadura están ganando protagonismo. El consumidor internacional no conoce las Denominaciones de Origen gallegas, sino las variedades que están en boca de todos, hablan de Chardonnay o Pinot Gris, tal vez conocen Galicia, pero que hablen de un Treixadura de la D.O. Ribeiro es muy complicado por el desconocimiento aún latente sobre nuestros vinos.
Tenemos muchos puntos fuertes: por ejemplo, la D.O. Rías Baixas crece en el exterior un 28 % cada año, desde el año 2007 hasta el año 2016 ha doblado el volumen de exportaciones pasando de más de tres millones de litros a los casi seis millones y medio de litros. En la D.O. Ribeiro las exportaciones suponen un total del 10% del vino embotellado. Proyectamos vinos de calidad, somos el tercer productor de vino a nivel mundial después de Italia y Francia y el primer país del mundo en superficie de viñedo plantado.
El comercio exterior español en vino presenta una cuota de mercado del 22% a nivel mundial respecto al volumen estando en la segunda posición, Junto con dos de las grandes potencias( Italia y Francia) supondría el 59% del total. Creo que tenemos que impulsar la imagen de Galicia como bloque, como zona elaboradora de vinos de calidad, será más reconocible para el consumidor final, para ello tenemos ciertas herramientas que tenemos que impulsar como las misiones inversas o traer a periodistas especializados, importadores... Y darles a conocer nuestra cultura, nuestra tierra, nuestros vinos y nuestra cocina.
Tenemos que buscar una línea de comunicación directa hacia el consumidor en cada país de destino. Misiones comerciales dentro de cada país con fuertes apuestas que busquen algo diferente como Galician Gourmet Extravaganza, que busca el maridaje con la comida local, ese punto de unión y fusión con los productos autóctonos de calidad. Ciudades como La Haya, Seul, Zurich, Copenague, Düsseldorf, Nueva York podrán descubrir la exposición y degustar los mejores productos, vinos y bebidas espirituosas gallegas, selectas tapas artesanales, catas dirigidas a profesionales, cócteles en una combinación única de creatividad y calidad.
Pero también es muy importante conectar con la gastronomía de cada país, descubrir la universalidad de nuestras variedades y combinarlas con los mejores productos locales de otras zonas. Las ferias internacionales son un escaparate para nuestros mejores vinos. Un ejemplo de ello es Prowein, en Alemania, el evento número uno en el mundo, el lugar de encuentro anual de los expertos y las marcas más importantes. Un certamen en el que compradores internacionales encontrarán prácticamente toda la gama de vinos que se elaboran en el mundo.
Hay que seguir potenciando las líneas de comercialización, desde las más convencionales tipo importador-distribuidor, a las más actuales, utilizando las redes y todas las posibilidades que tenemos a mano. Debemos potenciar la marca Galicia con acciones potentes con profesionales españoles que viven en el extranjero, a imagen y semejanza de los que hacen italianos o franceses. Necesitamos eliminar las barreras comerciales, mejorar la información relativa a la internacionalización, fomentar las campañas de marketing y promoción institucional, desarrollar y adaptar el producto al mercado de destino, coordinar y colaborar entre los distintos organismos estatales y autonómicos y las organizaciones sectoriales.
Carácter es uno de los puntos fuertes que nosotros podemos ofrecer en los mercados internacionales, vinos singulares, auténticos, con alma, una de las piedras angulares sobre la que tenemos que apoyarnos para proyectar nuestros vinos con raza en mercados necesitados de emociones, de descubrir pasión, terruño, originalidad, aunadas estas características a la calidad en las elaboraciones, presentaciones conformes al tiempo que nos ha tocado vivir, precios competitivos acorde a las características orográficas y el rendimiento de la vid en las variedades autóctonas.
El albariño es tal vez la variedad más reconocida internacionalmente en blancos que compite de tú a tú con otros bancos mundiales como el Riesling, Chenin Blanc e incluso Chardonnay, en tintos la más reconocida mundialmente es la variedad mencía, no obstante la godello y treixadura están ganando protagonismo. El consumidor internacional no conoce las Denominaciones de Origen gallegas, sino las variedades que están en boca de todos, hablan de Chardonnay o Pinot Gris, tal vez conocen Galicia, pero que hablen de un Treixadura de la D.O. Ribeiro es muy complicado por el desconocimiento aún latente sobre nuestros vinos.
Tenemos muchos puntos fuertes: por ejemplo, la D.O. Rías Baixas crece en el exterior un 28 % cada año, desde el año 2007 hasta el año 2016 ha doblado el volumen de exportaciones pasando de más de tres millones de litros a los casi seis millones y medio de litros. En la D.O. Ribeiro las exportaciones suponen un total del 10% del vino embotellado. Proyectamos vinos de calidad, somos el tercer productor de vino a nivel mundial después de Italia y Francia y el primer país del mundo en superficie de viñedo plantado.
El comercio exterior español en vino presenta una cuota de mercado del 22% a nivel mundial respecto al volumen estando en la segunda posición, Junto con dos de las grandes potencias( Italia y Francia) supondría el 59% del total. Creo que tenemos que impulsar la imagen de Galicia como bloque, como zona elaboradora de vinos de calidad, será más reconocible para el consumidor final, para ello tenemos ciertas herramientas que tenemos que impulsar como las misiones inversas o traer a periodistas especializados, importadores... Y darles a conocer nuestra cultura, nuestra tierra, nuestros vinos y nuestra cocina.
Tenemos que buscar una línea de comunicación directa hacia el consumidor en cada país de destino. Misiones comerciales dentro de cada país con fuertes apuestas que busquen algo diferente como Galician Gourmet Extravaganza, que busca el maridaje con la comida local, ese punto de unión y fusión con los productos autóctonos de calidad. Ciudades como La Haya, Seul, Zurich, Copenague, Düsseldorf, Nueva York podrán descubrir la exposición y degustar los mejores productos, vinos y bebidas espirituosas gallegas, selectas tapas artesanales, catas dirigidas a profesionales, cócteles en una combinación única de creatividad y calidad.
Pero también es muy importante conectar con la gastronomía de cada país, descubrir la universalidad de nuestras variedades y combinarlas con los mejores productos locales de otras zonas. Las ferias internacionales son un escaparate para nuestros mejores vinos. Un ejemplo de ello es Prowein, en Alemania, el evento número uno en el mundo, el lugar de encuentro anual de los expertos y las marcas más importantes. Un certamen en el que compradores internacionales encontrarán prácticamente toda la gama de vinos que se elaboran en el mundo.
Hay que seguir potenciando las líneas de comercialización, desde las más convencionales tipo importador-distribuidor, a las más actuales, utilizando las redes y todas las posibilidades que tenemos a mano. Debemos potenciar la marca Galicia con acciones potentes con profesionales españoles que viven en el extranjero, a imagen y semejanza de los que hacen italianos o franceses. Necesitamos eliminar las barreras comerciales, mejorar la información relativa a la internacionalización, fomentar las campañas de marketing y promoción institucional, desarrollar y adaptar el producto al mercado de destino, coordinar y colaborar entre los distintos organismos estatales y autonómicos y las organizaciones sectoriales.
Fuente: Faro de Vigo
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