El Gourmet Urbano: Déjese seducir en cualquier momento por los espumantes

jueves, 14 de diciembre de 2017

Déjese seducir en cualquier momento por los espumantes

Su mayor oferta, a precios más asequibles, ha permitido ampliar el consumo de esta bebida.

Un jueves, día en que suelen reunirse Carolina Silva y sus amigas, ella las sorprendió: cambió el café y el té por unas copas de espumoso para acompañar las onces. Todas se miraron entre sí, preguntándose con la mirada o con un discreto gesto, qué celebraban, qué fecha era. No había un motivo especial, tal vez brindar por la amistad, un día cualquiera y porque sí. La idea les gustó y cada tanto, el jueves vuelve a haber burbujas.

A cualquier hora, para todo tipo de ocasión y con variedad de platos, los espumantes son buena compañía.
Foto: Cortesía de Chandon



Sí, algo está cambiando. La champaña (francés), la cava (española), el proceso (italiano) y los espumosos (nuevo mundo) ya no solo se reservan para esos momentos especiales de celebración como matrimonios, bautizos, grados y aniversarios. Ahora el corcho suena cada vez más frecuente en distintas ocasiones y motivos, sin que necesariamente halla trajes de gala de por medio.

Dos cosas pueden influir en este cambio de cultura en el consumo de esta bebida burbujeante y una está relacionada con la otra: una mayor oferta y precios más asequibles.

“Hace unos años, al país solo llegaban champañas, de grandes casas francesas, que eran muy costosas. Hoy ya hay una variedad de espumantes del nuevo mundo, que se han convertido en una buena alternativa por su precio, que es más económico por el método con el que son elaborados”, explica la sommelier Michelle Morales.

Según esta experta, las champañas se hacen con el método tradicional (o champenoise, en la región de Champaña en Francia, que tiene protección de denominación de origen), que implica que la segunda fermentación (con azúcar y levadura) se haga en la botella, mientras que los espumosos, en general, se hacen con el método charmat, done la segunda fermentación se hace en grandes tanques de hacer inoxidable sellados, en un proceso más industrial.

Así, a nuestro mercado han llegado una variedad de “espumantes del nuevo mundo”, como dice Morales refiriéndose a vinos espumosos que no provienen de Europa sino de Estados Unidos, Sudáfrica, Australia y Suramérica. De ahí que reconozcamos marcas o viñas como Undurraga, Navarro Correas y Chandon, que aunque es argentina, tiene el know how de la tradicional casa francesa Moët & Chandon.

Esto también ha permitido tener una variedad de aromas y sabores dados por las condiciones de cada terroir local y el uso de distintas uvas.

“El proseco, el espumoso italiano, se hace con la glera. En Francia utilizan principalmente la chardonnay, la meunier y la pinot noir. Para la cava, en España, la macabeo y la xarel·lo, y en el nuevo mundo se usa mucho la chardonnay y el pinot noir”, comenta Morales.

Dependiendo de la cantidad de azúcar que se le adiciona en su proceso de elaboración, puede ser brut nature (no tiene azúcar), extra brut, demi brut, sec (más dulce), lo cual permite que acompañe distintas comidas. “Desde el desayuno se puede tomar un espumante, puesto que es refrescante. Los hay como aperitivo, para el plato fuerte y para el postre”, comenta la sommelier.Una bebida ideal para una temporada que comienza y es propicia para brindar con burbujas.

La copa ideal


La copa ideal es la que utilizamos para beber un vino blanco, la cual permite expresar toda la frescura, el volumen, la suavidad y el equilibrio de un buen espumante, pero hay otras opciones.

Pompadour

Según la leyenda, fue la primera copa elaborada en porcelana a finales del siglo XVIII, diseñada para espumantes por encargo de María Antonieta, esposa del rey Luis XVI y tomando como modelo su seno izquierdo. Pero la cultura popular se encargó rápidamente de atribuir el molde al seno de Madame de Pompadour, la amante del rey.

Es una copa muy abierta que permite disfrutar del espumante con mayor rapidez, ligeramente cerrada por los bordes. Para un espumante brut.

Flauta

Esta copa, en la actualidad la más usada para los brindis, es considerada la versión superior a la Pompadour, ya que por su forma hace que el carbónico de los espumantes no se escape con rapidez y los aromas queden concentrados, cosa que no pasa con la Pompadour.Esta copa puede ser sostenida sin afectar la temperatura del espumante y su forma larga y estrecha permite ver cómo las burbujas suben hasta la superficie. Para un espumante extrabrut.

Tulipa

Considerada la copa ideal para los espumantes, ya que se puede ver como una forma mejorada de la flauta, con sus curvas. Su anchura en el centro y su ligera estrechez en el extremo fueron realizadas por una razón muy específica: respetar la temperatura, evitando que el carbónico se escape, pero con la curvatura necesaria para que los aromas se concentren, ofreciendo una experiencia olfativa muy superior a las copas anteriores. Para un espumante rosé.

Vaso old-fashioned o rock glass

Con poca altura pero bastante ancho, es el vaso ideal para beber todo coctel con hielo. Aunque se emplea con mayor frecuencia para servir el famoso whisky en las rocas, también se puede usar para cualquier bebida a base de espumante con hielo. Sí, con espumantes también se pueden hacer cocteles, muchos más que la conocida mimosa (con jugo de naranja). La propuesta es esta: un Chandon Délice con pepino o albahaca.Para disfrutar aún más esta bebida

Temperatura:


Meterlo a la nevera una o dos horas antes de consumirlo para que alcance una temperatura entre 6 ° y 8 °C.

Una vez abierto, conservarlo en una hielera con hielo (3/4 partes) y agua. No meter al congelador ni mantenerlo en la nevera mucho tiempo hasta que llegue la ocasión de beberlo.

Guardarlo


Como los vinos, en un lugar oscuro, sin olores fuertes ni vibración, preferiblemente acostado, si se va a demorar en consumirlo.

Comidas


Del mundo de los vinos, los espumantes son los más versátiles. Van bien con comida de mar, carnes blancas, arroces, pastas...

El brut nature funciona como aperitivo. Brut y extra brut acompañan muy bien platos fuertes. Demi sec y sec para la hora del postre.

NATALIA DÍAZ BROCHET
Editora de EL TIEMPO

Fuente: El Tiempo

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