La pastelería Ladurée de París es conocida por tener los macarons más deliciosos del mundo. Situada en los Campos Elíseos, ofrece especialidades clásicas de frambuesa, pistacho o chocolate. Como ya ocurriera en el siglo XVI, ahora es otro país el que se atreve a reinventar este exquisito postre.
Christina Ha, dueña de la pastelería neoyorquina Macaron Parlour, descubrió el queso en polvo navegando por Internet y lo compró sin saber muy bien para qué le serviría. Amante de los Cheetos y científica de sabores, decidió utilizar el ingrediente que tanto había llamado su atención para lanzar hace unos años en Halloween el Cheeto Macaron.
Lejos de quedarse en un simple postre infantil para una de las noches más mágicas del año, esta especialidad de macaron tuvo una gran acogida entre los adultos. Las galletas tienen un intenso color anaranjado, con una ligera capa de polvo de Cheetos y ganache de chocolate blanco. La mezcla del fuerte sabor del queso y la dulzura de la galleta convierte a esta creación en una delicatesen… y en una auténtica transgresión a ojos de los más puristas.
Si los neoyorkinos no tenían suficiente con los Cheetos Macarons, la famosa marca de snacks abrió el pasado agosto en la Gran Manzana el restaurante efímero The Spotted Cheetos. Durante tres días, la chef y estrella televisiva Anne Burrell elaboró once platos, entre los que destacaban las albóndigas de Cheetos o una tarta de queso sobre una base crujiente de este aperitivo convertido en un ingrediente apreciado por verdaderos gourmets.
Fuente: Clubinfluencers
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